La transgresión de la buena fe contractual en el ámbito de las relaciones de trabajo significa vulnerar la lealtad y la confianza entre trabajador y empresario.
Conductas por parte del trabajador que nuestros tribunales entienden como incumplidas en este sentido, son:
- La competencia desleal realizando trabajos sin consentimiento del empresario y que le cause un perjuicio real.
- Apropiación indebida o hurto de productos de su propia empresa.
- Actuación negligente en la empresa, errores graves que causen grave perjuicio a la empresa, ocultación de hechos graves a la empresa.
- La realización durante la Incapacidad Temporal de trabajos que manifiesten que el trabajador es apto para trabajar en la empresa, así como la realización de actividades lúdicas que dificulten la curación del trabajador.
- Actuaciones irregulares como acceso a información confidencial, falsificación de documentos, coacciones y amenazas, trabajar bajo los efectos de alcohol u otras drogas y falsear partes de trabajo.
- Utilizar particular de medios informáticos de la empresa desobedeciendo la normativa interna de la misma que prohibe dicha utilización.
- Situaciones de acoso laboral en el ámbito del trabajo.
- El trabajador que solicita ser despedido sin causa con el fin de acceder a la prestación por desempleo.
- Etc.
Todo esta diversidad de conductas mantiene un patrón común, que es la de realizar actos superando los límites de la buena fe que debe presidir en todas las relaciones de trabajo, así como actuar con un abuso en la confianza de las mismas.
Este tipo de conductas requiere que el trabajador consienta en dicha actitud, que conozca lo que está realizando y lo acepte. Es importante resaltar que la pérdida de confianza no admite grados, o se tiene la confianza o no se tiene, por lo que la teoría gradualista plenamente vigente en otros supuestos aquí no opera. A pesar de ello, hay que tener en cuenta el cargo que el trabajador ostenta, así como sus circunstancias personales y profesionales.
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